REUNION CON LA AGRUPACION" MADRES SIN TECHO" Y EL INTENDENTE CIPOLLINI

El Diputado Provincial Raul ACOSTA, presidente del Partido de la Concertación, en ocasión de visitar la localidad de Presidencia Roque Saénz Peña, mantuvo el pasado jueves 3, en horas de la mañana, una reunión con integrantes de la agrupacion "Madres sin techo", cuya presidenta el la señora Maria FERNANDEZ. En esta ocasión, se interiorizó de la afligente situasión que atraviesan cerca de 60 familias, que desde hace varios años ocupan un predio ubicado en calle 12 y 14, entre 47 y 49 de la citada localidad, ante el violento desalojo del que fueron objeto algunos de ellos el pasado 23 de diciembre de 2010, por parte de  la Policía provincial, en cumplimiento de una orden judicial. Las integrantes de la agrupacion, narraron al legislador provincial, como fueron los hechos, por cuanto el dueño del predio, un señor de apellido FERNANDEZ, que vive en la localidad de Tres Isletas, en presencia de la policia llego al lugar con civiles y empezaron a derribar, siete de las viviendas precarias, dejando a estas familias sin techo ni lugar donde vivir , tal es el caso de un hombre de apellido Alonso que tiene 9 hijos.

Alonso, ahora vive en un improvisado rancho de lona plastica, sin agua y sin luz, con sus 9 hijos, algunos de los cuales muestran signos evidentes de desnutrición y de haber sidos picados por alacranes.

Ante este cuadro, de injusticia y desprecio por el ser humano, el diputado se dirigió con la presidenta de la agrupacion a la intendencia y pidió hablar con el Intendente CIPOLLINI, este estaba en una reunión , pero tuvo la gentileza de antenderlos ante la grave situación que se planteaba, comprometiendose a trabajar en conjunto con el legislador, para arribar a una solución a tan delicado problema, y a mandar una asistente social al lugar, ya que se trata de mas de 60 familias que están desalojados o con riesgo de desalojo inminente.

El legislador manifestó, es lamentable y vergonsozo el accionar de la justicia y de la policía, avalando y permitiendo que civiles con martillo derrumben las viviendas precarias, frente a sus mismos acupantes. Algunos de los desalojados fueron detenidos y otros golpeados, al resistir la orden.